PUENTES DE FÁBRICA.
La piedra, labrada en sillares resulta ser
un material resistente y duradero. La única tipología realmente adecuada al uso
de la piedra es la bóveda, con el espesor suficiente, se consigue un estado de
compresión en la construcción que garantiza su estabilidad. Su uso se extiende
hasta principios del siglo XX.
Podemos hablar de cinco grandes periodos en
la construcción de puentes de piedra.
·
El
período romano
·
La
edad media
·
El
renacimiento
·
El
siglo XVIII
·
Los
últimos puentes de fábrica de piedra
El periodo romano.
Se caracteriza
por el empleo de la bóveda de piedra, apreciando:
·
Su resistencia
·
Su durabilidad
Eran sencillos en cuanto a construcción,
puesto que al adoptar bóvedas de medio
punto f/L=1/2 todas las dovelas podían labrarse idénticas.
Además, gracias al escaso empuje transmitido en la base, los sucesivos vanos
podían construirse uno tras otro, siendo necesaria para ello tan solo una cimbra.
Morfología de un
puente romano - en el aparecen soluciones estructurales: cimentaciones profundas y
funcionales que todavía se usan como pueden ser la calidad de la rodadura,
seguridad vial, evacuación de aguas…En cuanto a los problemas estructurales, el
peso propio era principal factor de resistencia.
Hipótesis básicas
del arco de Heyman:
·
La fábrica no tiene
resistencia a tracción.
·
Las tensiones son tan bajas
que, a efectos prácticos, la fábrica tiene una ilimitada resistencia a
compresión.
En estas condiciones, puede admitirse la
sucesiva formación de rótulas puntuales,
hasta convertir la bóveda en un mecanismo (dispuestas simétricamente para la
bóveda considerada). En el equilibrio límite, la línea de empujes deberá pasar por las
rótulas para seguir contenida por el arco.
Del análisis anterior se deduce:
·
Una acertada selección del espesor de la bóveda proporcionará reserva
resistente, de tal forma que la línea de empujes esté siempre contenida por el
arco
·
El arco de medio punto no es antifunicular de
la carga permanente, produciéndose el inoportuno desdoblamiento de la directriz
y la línea de empujes, que conlleva la posible aparición de fisuras y la creación del empuje horizontal.
·
Este último puede resistirse con una adecuada
proporción de pilas, siendo entonces viable el descimbrado vano a vano
Con la caída del
imperio Romano, se conduce a un enorme retroceso en el arte de construir
puentes. Durante el periodo romano
se dieron grandes avances en la construcción de puentes, y estos resultaron ser
de gran calidad. Tras la desaparición del Imperio en la edad medieval hubo un
gran atraso en la construcción e incluso se añadieron modelos constructivos,
como el lomo de asno que no beneficiaba en absoluto a la estructura, y las
estructuras pasan a no poseer una forma adecuada para las cargas propias de la
estructura.
Renacimiento
Se caracteriza
por la búsqueda del equilibrio de las formas, junto con algunas incorporaciones de raíz
artística, que no estructurales o constructivas. Ello conduce a:
·
Progreso en lo que a construcción
de puentes se refiere, puesto que los puentes Romanos superaban en calidad a
sus homólogos medievales.
·
Retroceso respecto al arte de
construir desarrollado por los maestros de obra de las catedrales góticas (por
ejemplo, Palladio preconiza simples reglas de proporcionalidad para dimensionar
las construcciones, concentrándose únicamente en las formas y no en los
sistemas resistentes, en el esqueleto
de piedra).
Durante el renacimiento se vuelve a avanzar
y los puentes de piedra vuelven a construirse como anteriormente.
-
Se emplean bóvedas más rebajadas, aunque son todavía
frecuentes las bóvedas de medio punto; arco segmental o escarzano (como en el
puente Vechio) y arco en asa de cesta o carpanel(varios radios, como en el
puente de la Trinidad)
-
Se diseñan pilas más esbeltas
Ambas
disposiciones favorecen la economía (se utiliza menos material) y
la seguridad (mayor capacidad de desagüe), aunque su origen está en la
estética y no en la racionalidad
Siglo XVIII
Hasta mediados del siglo XVIII, la
construcción de puentes sigue básicamente la tradición Romana, en formas y
técnica. J.R. Perronet
(1708-1794) promueve la primera
evolución de este arte.
La evolución del diseño es la compensación
de vanos:
Ventajas:
·
Aumento
del rebajamiento (1/5 a 1/10) puesto que la componente horizontal de los
empujes se ve compensada en los vanos internos.
·
Aligeramiento
de las pilas (L/10), debido a que la reacción está centrada y es moderada luego
permite un mejor aprovechamiento de la fábrica.
·
Esto supone una reducción del volumen de fábrica y por tanto esto es
una ventaja desde el punto de vista económico.
·
Mejor comportamiento hidráulico y estructural.
·
Aumento de la seguridad.
Inconvenientes:
·
Todos
los vanos deben descimbrarse simultáneamente, esto es un proceso caro y
complejo.
·
Los
empujes no compensados exigen mayor volumen de estribos.
Los últimos puentes de fábrica
Algunas mejoras:
·
Empleo
de los morteros de cemento (Vicat, 1818).
·
Aplicación
de la estática gráfica para encajar las bóvedas (diagrama de Méry, 1840).
Destaca la fuerte
personalidad de Sejourne, firme detractor del uso del hormigón armado en las
bóvedas.
Fin de los puentes de piedra.
Iniciado el siglo
XX, la competencia de los otros materiales estructurales, y muy directamente
del hormigón armado, redujo la aplicación de la piedra a las subestructuras,
este uso ha quedado reducido a pilas y estribos de algunos viaducto metálicos,
y también para dar determinados acabados.
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